El término patchwork, sinónimo de almazuela en español, está de muy moda y también la artesanía y la tradición que hay detrás. A pesar de ser una técnica ya casi ancestral, con más de tres siglos de historia, cada vez es más practicada por jóvenes. Y los adultos lo siguen practicando. Y es que el patchwork es el término que ha calado en este mundo globalizado y que no es otra cosa que la almazuela riojana que surgió en España en el siglo XVIII y que aun hoy es aplicada para confeccionar y adornar colchas, alfombras, manteles, cojines y todo tipo de objetos y complementos textiles.

El patchwork no conoce límites, una vez aprendida la técnica lo mismo puede ser utilizada para formar un cobertor, una colcha, un cojín, un bolso, una prenda de ropa, un mantel o una alfombra. El patchwork permite la personalización de las telas y tejidos haciéndolas piezas únicas y bajo el diseño y la personalidad de las manos que lo han elaborado, cosido y acabado.

El patchwork nació por la necesidad de aprovechar aquellos trozos y retales de tela sueltos que sobraban en todas las cajas de costura de aquella época. Actualmente se ha convertido en una técnica de artesanía básica y fundamental, una verdadera "obra de arte".

¿En qué consiste la técnica de patchwork?

El primer paso en el arte del patchwork es extraer el patrón del dibujo, cosa que suele hacerse con papel milimetrado y los patrones con acetato, una vez dibujado todo se recorta y se cose. En función del uso que vaya a tener el trabajo, el trabajo de costura se desarrollará de una manera u otra. Es fundamental contar con mucha tela, en este tipo de labores nunca sobra; por el contrario, si se dispone de poca tela, es un riesgo ya que es posible no poder acabar el dibujo con tal cantidad de tela. Cuando esto ocurre hay que comprar más tela y si no se encuentra del mismo color o diseño, el dibujo se queda desigual y el acabado no es tan espectacular.

En realidad es una labor sencilla pero que requiere mucho trabajo y dedicación. Lo curioso y divertido es que dos personas pueden trabajar en lo misma labor pero ninguna obtiene un resultado igual, cada una refleja su personalidad en su propio trabajo. A algunas personas le gustan los motivos flamencos, a otras los pastel y otras son fanáticas de los estampados.